El salto de fe de Indiana Jones y la efectividad
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Una de las escenas más famosas de la película Indiana Jones y la última cruzada (1989) es cuando este se encuentra frente un precipicio, y un viejo libro le indica que tiene que realizar un salto de fe para cruzarlo. Efectivamente, en cuanto levanta el pie y da el paso, toca suelo firme donde solo parecía haber el vacío. Existe un camino, un puente perfectamente mimetizado con el entorno.
A pesar que no me gusta mucho utilizar este ejemplo, debido a las innumerables connotaciones religiosas que se le han dado, sigue siendo un buen recurso para poner énfasis en la necesidad de hacer ciertas cosas de manera distinta cuando queremos desarrollar esta competencia llamada efectividad.
Obtener mejoras notables en tu efectividad muchas veces depende de un pequeño matiz. Para bien o para mal, la mayoría de hábitos de los que estamos hablando son sencillos, ya los conocemos, nos son cercanos, e incluso ya los estamos llevando a cabo de una manera parecida.
Pongo por ejemplo el hábito de capturar, todos apuntamos cosas, hacemos listas o llenamos la pantalla de nuestro ordenador de «Post-It». Pero para que este hábito sea realmente útil y potente, debemos tener algunas cosas en cuenta, como por ejemplo capturarlo todo, o no dedicar tiempo (en este momento) a pensar acerca de lo que capturamos, o capturar en contenedores en los que confiemos y tengamos identificados, no hacerlo cada vez en un sitio distinto.
Es muy fácil pensar que el matiz no es importante, nos quedarnos en que ya lo hacemos bien y que no vale la pena cambiarlo. En mi experiencia, el primer impulso que tienen las personas cuando se lo cuentas, es un «no será para tanto, más o menos ya lo hago bien, voy a seguir así». Ya sabemos que siempre optamos por la opción con menor coste, y el cambio, muchach@s, cuesta. Así que insistimos en seguir haciéndolo como estamos acostumbrados. Y esto tiene consecuencias nefastas, porque suele ser la antesala del abandono, del «esto no es para mí».
Como se que es así, insisto, explico el porqué. Cuando la gente «frunce el ceño», vuelvo a insistir. Cuando me dicen que sí, sé que el primer sí, aún es un no.
Y es aquí cuando llega la ayuda del infalible Indiana Jones y su salto de fe. Confía, da el paso, hazlo tal y como se propone. Tu mismo encontrarás el sentido del cambio.
Photo by Pawel Janiak on Unsplash
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