Tus acciones revelan tus verdaderas motivaciones
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Como te decía en un post anterior, hace poco me leí Atomic Habits de James Clear y me encontré con el párrafo que te copio y traduzco.
Your actions reveal how badly you want something. If you keep saying something is a priority but you never act on it, then you don’t really want it. It’s time to have an honest conversation with yourself. Your actions reveal your true motivations.
Tus acciones revelan lo mucho que quieres algo. Si sigues diciendo que algo es una prioridad pero nunca actúas en consecuencia, entonces no lo quieres realmente. Es hora de tener una conversación honesta contigo. Tus acciones revelan tus verdaderas motivaciones.
Lo capturé para comentarlo en un post porque me pareció espectacular. Y es que no es raro observarse teniendo comportamientos poco coherentes. También es muy fácil ver personas que repiten incesantemente un determinado discurso y no actúan en absoluto en consecuencia. Sí, sí, sí, pero en realidad es un: no, no, no.
Si quieres aprobar un examen, tendrás que estudiar. O, si quieres hablar bien un idioma, tendrás que practicarlo. También, si quieres cambiar de trabajo, tendrás que moverte y buscar uno de nuevo.
¿Eres una persona wannabe? ¿Sólo aparentas querer algo, o realmente lo quieres? ¿Cuál es tu nivel de compromiso con lo que deseas?
Esta falta de coherencia la puedes observar en todos los niveles. Desde el más alto, lo que significa no actuar de acuerdo con tu propósito y principios, al más bajo, que sería no actuar en la dirección del proyecto/resultado que te has planteado conseguir. Aunque en el fondo están conectados, y la desalineación tiene un mismo origen.
Dice Clear en su texto que es necesario tener conversaciones honestas contigo. Cierto. Por eso es tan importante reflexionar. Si usas GTD® se trata sencillamente de hacer bien tus revisiones. Pero además de hacerlas bien, luego se trata de actuar en consecuencia.
La metodología te apoya en la sistematización de estas conversaciones que te comentaba. Y si no usas GTD®, te recomiendo igualmente que dediques unos espacios de tiempo para llevar a cabo una revisión de tus compromisos, y chequear —honestamente— si eres coherente entre lo que dices y lo que haces.
Yo te diría que estos procesos de reflexión continua son la única manera de obtener claridad para así poder actuar con proactividad. Precisamente dos de las esencias de la efectividad.
Las revisiones en altura —Revisión Anual, Trimestral…— son imprescindibles, ya que son las que te permiten determinar con claridad qué es prioritario para ti. Y las revisiones situadas más a nivel de suelo —Revisión Semanal de GTD®— son las que garantizan que tu día a día está alineado con todo lo que te has propuesto conseguir.
Si no piensas regularmente sobre tus cosas, es fácil que pierdas el norte. A veces es porque te autoengañas, a veces es porque has hecho mala definición de lo que quieres conseguir, o bien, que algo ha cambiado en tu realidad y se han «movido tus prioridades». Sea como sea, sólo tú puedes ponerle solución y retomar la senda de la coherencia, y demostrarlo con tus acciones. Reflexionando.